Bruxismo

El bruxismo es el hábito de apretar o rechinar los dientes. Relajar todo el sistema muscular y eliminar la tensión son algunos de los beneficios que puede aportar la fisioterapia en el tratamiento del bruxismo.

Uno de los métodos más utilizados es localizar los puntos de tensión y trabajar la zona afectada. Nuestros fisioterapeutas manipularán la zona de la mandíbula y desbloquearán las articulaciones de apertura a través de diversas técnicas específicas para su dolor de mandíbula y no de ejercicios generales.

Vértigo

En el caso del vértigo posicional paroxístico benigno, el papel del fisioterapeuta especializado en vértigo y rehabilitación vestibular consiste en evacuar los pequeños cristales de la mácula utricular realizando una maniobra liberadora.

En el caso de otras patologías, el fisioterapeuta utiliza equipos como la videonistagmoscopia, la silla rotatoria o las plataformas de posturografía estática y dinámica para "repescar" las entradas sensoriales del paciente.

Suelo pélvico

Tras una evaluación, nuestro fisioterapeuta establece los objetivos del tratamiento y selecciona las técnicas de reeducación pelviperineal adaptadas a cada caso para personalizar el tratamiento y conseguir los máximos beneficios.

Para ello, el terapeuta determinará qué músculos de la zona lumbar, la pelvis y el suelo pélvico están realmente tensos y le enseñará ejercicios para estirar estos músculos y así poder mejorar su coordinación.

Bienestar general

Los pacientes también pueden decidir empezar a ver a un fisioterapeuta por razones más generales, por ejemplo: para contrarrestar los efectos del envejecimiento, aprender habilidades para mantenerse móviles y sanos, y mantenerse flexibles.

Incluso si no sufre dolores o afecciones graves, la fisioterapia es una gran inversión para su salud y bienestar.

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