Las personas con diabetes de tipo 1 producen poca o ninguna insulina. Si no se trata, los niveles de azúcar en sangre son constantemente demasiado altos.
Esta forma de la enfermedad suele aparecer durante la infancia o la adolescencia, de ahí el antiguo nombre de "diabetes juvenil".
Los síntomas de la diabetes de tipo 1 incluyen:
- Un aumento inusual de la sed y el hambre;
- Necesidad frecuente de orinar, lo que puede provocar que el niño se orine en la cama;
- Fatiga anormal;
- Mala cicatrización de heridas y cortes;
- Piel seca y con picores;
- Infecciones frecuentes de las encías, la vejiga, la vagina, la vulva o el prepucio.
El único tratamiento para la diabetes de tipo 1 son las inyecciones de insulina, que son esenciales para la vida y el bienestar del paciente.
