¿Es posible tratar el mal aliento?

El mal aliento también se llama "halitosis". Aunque se trata de un problema de salud relativamente menor, el mal aliento puede ser molesto y una verdadera desventaja social, con un fuerte impacto en la confianza en uno mismo. El aliento desagradable puede ser un signo de un problema de salud más amplio, pero una persona sana también puede tener mal aliento, por lo que debe consultar a un especialista.

El diagnóstico de la halitosis es sencillo y lo puede hacer incluso el propio paciente lamiéndose el dedo y oliéndolo. Si es persistente debe consultar a un dentista que podrá evaluar el olor de su boca y nariz en una báscula. El dentista podrá raspar la parte posterior de la lengua, que suele ser el origen del olor, para hacer una evaluación.

Causas de la halitosis

Una de las causas más comunes está directamente relacionada con los alimentos que se consumen. Por ejemplo, algunos tipos de pescado, ciertas especias, la cebolla, el ajo, las dietas demasiado ricas en grasas pueden ser la causa de este olor desagradable. Además, la saliva y las bacterias presentes de forma natural en la boca descomponen los pequeños trozos de comida que pueden quedar atrapados entre los dientes y esto libera sustancias volátiles o químicas que, por tanto, provocan el mal aliento.

Otra razón común es la falta de higiene bucal. Los dientes deben cepillarse a diario y de forma adecuada. Se recomienda el uso del hilo dental para eliminar adecuadamente las partículas de comida que se quedan atascadas entre los dientes y que pueden ser el origen del mal aliento. Una cita de limpieza dental, o raspado, debe hacerse cada 6 meses. Esto se debe a que el sarro contiene bacterias que pueden irritar las encías y provocar enfermedades. La forma leve de la enfermedad de las encías se denomina gingivitis; si no se trata, puede progresar a periodontitis.

Los fumadores son más propensos a sufrir halitosis. El tabaquismo provoca una disminución de la producción de saliva, sequedad de boca y un aliento desagradable.

Varios problemas de salud también pueden ser la causa: podemos mencionar las infecciones de garganta, la gripe, los resfriados, las aftas, la bronquitis, el dolor de garganta, pero también la diabetes, el reflujo ácido o los problemas estomacales y digestivos. La diabetes, la apnea del sueño, las enfermedades renales o hepáticas también pueden provocar mal aliento.

¿Cuáles son los posibles tratamientos?

El tratamiento dependerá obviamente de la causa del problema. Para entenderlo, tendrá que consultar a su médico y/o dentista.

Su médico le hará una serie de preguntas, entre ellas:

  • ¿Desde cuándo ha notado su mal aliento?
  • ¿Tiene algún problema de salud?
  • ¿Tiene alergias o problemas de sinusitis?
  • ¿Tiene problemas para dormir o ronca?
  • ¿Cuál es su rutina de higiene bucal y utiliza el hilo dental?
  • ¿Cuál es su dieta?

Por último, es importante consultar al médico para ver si la causa está relacionada con algún medicamento. Por lo tanto, es esencial ser explícito sobre cualquier medicación que esté tomando y ser transparente sobre su estilo de vida y su rutina.

Si la causa es un problema de higiene dental, su profesional sanitario le aconsejará qué hacer: puede incluir un enjuague bucal y una pasta de dientes adaptados a sus necesidades. Por ejemplo, si el mal aliento se debe a la acumulación de placa, se recetará un colutorio antibacteriano. La consulta también puede incluir una cita de raspado o limpieza dental.

Si la causa es una enfermedad dental, como la de las encías, se le remitirá a un especialista llamado periodoncista (dentista especializado en la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades que pueden afectar a los tejidos de soporte de las encías y los dientes). Su dentista también puede recomendarle que sustituya las restauraciones dentales defectuosas, ya que constituyen un caldo de cultivo para las bacterias.

Buenos hábitos a adoptar

Cuando se padece halitosis, es importante mantener una buena higiene dental y de vida. Hay algunos consejos para reducir los malos olores:

  • Utilizar el hilo dental y lleva siempre contigo el cepillo de dientes.
  • Cambiar el cepillo de dientes cada tres meses.
  • Programar una limpieza y examen dental cada 6 meses.
  • Beber suficiente agua, mantenerse hidratado puede ayudar a reducir el mal aliento.
  • Llevar una dieta variada y equilibrada: incluya yogures que contengan bacterias saludables, cítricos, té verde que contenga bacterias saludables, cítricos, té verde que contenga propiedades desinfectantes o perejil, menta y manzanas.
  • Dejar de fumar. No nos cansamos de decirlo, pero los daños que causa el tabaco en las encías y los dientes son numerosos y devastadores.

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